Simplemente yo...

miércoles, junio 06, 2007

sábado, junio 02, 2007

...


Te extraño, te extraño tanto, todos los días me acuerdo de ti, intento no olvidar el sonido de tu voz, tu olorcito, la suavidad de tus manos…te llamo, te busco…me haces tanta falta…vuelve, no sé como pero vuelve. Tengo tantas cosas que contarte…por fin me titulé, costo pero todo resulto súper, aprendí a disfrutar la vida y sonreír nuevamente, conocí a una persona muy muy especial que estoy segura habrías adorado y le habrías cocinado con gusto una rica cazuela con leche asada de postre…Ufff a nivel familiar las cosas no están mejores ni peores, sólo que ahora pongo la culpa donde debe estar y no me hago cargo de problemas ajenos…si me piden ayuda ahí estoy, pero aprendí a vivir mi vida y no la de los demás…he seguido tus sabios consejos, callando todo lo que tenga relación sólo conmigo, guardando celosamente mi intimidad…en fin…


Suena el teléfono, debo llamar a la ambulancia, el resultado de los exámenes no es de los mejores…en la clínica nos estarán esperando. Te explico que tenemos que ir a la clínica y que posiblemente te dejaran hospitalizada, como siempre te arreglas, te vistes muy linda, preparas tus cosas personales en el neceser. Llega la ambulancia te hacen un pequeño examen de rigor, te suben a la camilla y partimos rumbo a la clínica. Estando arriba de la ambulancia tomo tu mano, hablamos de cualquier cosa, sin embrago siento que la sangre se congela, me doy cuenta que es un viaje sin retorno…tengo que ser fuerte y darte tranquilidad, ya habrá tiempo para dar rienda suelta a la tristeza. Llegamos a la clínica te espera un gran equipo de médicos, enfermeras y auxiliares. Nos quedamos un rato en urgencia, deciden dejarte hospitalizada…junta médica contigo y reunión con los familiares más cercanos, no hay mucho que hacer, sólo manejar el dolor y esperar…
Comienza el desfile de visitas, familiares, amigos, todos quieren despedirse de La Matriarca, estas tan lúcida que me cuesta creer que pronto ya no estarás más…junto a mi mamá pasamos las noches contigo, algo me dice que no puedo dejarte ni un minuto…1, 2, 3º día en la clínica, es muy temprano, ya no estas conciente, unos segundos antes de despertar sueño que un hombre te tiene en brazos y me dices que no me preocupe que estarás bien, me despierto asustada, aún estas, revisamos la saturación de oxigeno, baja rápidamente, llamo a uno de tus nietos me dice que tal vez está mal puesto el saturómetro o bien son los últimos segundos…con mamá te acomodamos la almohada das un suspiro eterno…ya no estas, entran las enfermeras, apagan los monitores…todo termino, te has ido, no hay vuelta atrás…nuevamente esa sensación de vacío, como si el cuerpo se quedara sin alma.

Siempre supe y sentí que eras fundamental en mi vida, pero no fue hasta que ya no te tuve que pude graficar en mi cada una de tus influencias y valorar esos detalles que te hacían tan única…los ojos se humedecen al recordar lo mucho que te gustaba que saliéramos juntas, te sentías tan orgullosa que le contabas a medio mundo que andabas con tu nieta, es triste pensar que si algún día tengo un hijo, este no tendrá el tradicional chal tejido por ti, mi garganta se aprieta cuando entro a la que era tu pieza, me acuesto en tu cama buscando una caricia que me consuele, la melancolía fue dolorosa el día de mi examen de grado, no podías morir hasta que me recibiera!!! …la vida es más sola sin ti…como siempre el duelo demora años.