Como odio que la gente que quiero se muera…
La vida cambia en un segundo, todo se detiene, el mundo queda en silencio…y todo es diferente ahora, te paras en la línea de tu existencia y te das cuenta que desde ese segundo hay un antes y un después…y el después ya es ahora. A diferencia de otros eventos este es irreversible, sólo queda pararse y reinventarse.
No existen palabras de consuelo ni algo que alivie la tristeza…sólo les puedo ofrecer un “estoy aquí”, pero no uno de ocasión, es uno real, uno que se ofrece para ser parte de la nueva rutina, uno que quiere estar presente en todo lo bueno y malo que esta por venir, uno que no se quiere perder los eventos importantes ni los cotidianos, uno que se quiere sentar a ver una película o estar en primera fila cuando alguno de ustedes se case, uno que se ría carcajadas o ser el hombro húmedo que seca las lágrimas.
ESTOY AQUÍ y no me voy…
Los quiero y familia no es la sangre, es el lazo que se construye en los cimientos del cariño, la honestidad e incondicionalidad.
La vida cambia en un segundo, todo se detiene, el mundo queda en silencio…y todo es diferente ahora, te paras en la línea de tu existencia y te das cuenta que desde ese segundo hay un antes y un después…y el después ya es ahora. A diferencia de otros eventos este es irreversible, sólo queda pararse y reinventarse.
No existen palabras de consuelo ni algo que alivie la tristeza…sólo les puedo ofrecer un “estoy aquí”, pero no uno de ocasión, es uno real, uno que se ofrece para ser parte de la nueva rutina, uno que quiere estar presente en todo lo bueno y malo que esta por venir, uno que no se quiere perder los eventos importantes ni los cotidianos, uno que se quiere sentar a ver una película o estar en primera fila cuando alguno de ustedes se case, uno que se ría carcajadas o ser el hombro húmedo que seca las lágrimas.
ESTOY AQUÍ y no me voy…
Los quiero y familia no es la sangre, es el lazo que se construye en los cimientos del cariño, la honestidad e incondicionalidad.
