Simplemente yo...

lunes, septiembre 26, 2005


La relación que tenemos con nuestros hermanos no siempre suele ser lo que uno quisiera; 1º que todo, no podemos elegirlos, 2º estamos prácticamente obligados a compartir con ellos una buena cantidad de años; sin embargo, no me puedo quejar, tengo dos hermanos de lujo. Esta vez me referiré a uno de ellos, el es solo 6 años mayor que yo y aunque cuando niños esa diferencia de edad era notoria (teniendo en cuenta además que yo soy mujer), el siempre fue capaz de ponerse a mi altura para entretenernos juntos; algunos de los momentos que mas recuerdo es cuando era muy pequeña, alrededor de 4 años y el se acostaba junto a mi en las mañanas solo para decirme –Hermanita!!!!!!!!!!!-, cuando fui un poco mas grande, nos poníamos a jugar con las almohadas, nos imaginábamos que eran caballos, hasta que se transformaban en “pelechitas” (peleas de mentira); en las noches el me hacia el show del circo para que me quedara dormida, el cual podía repetir la cantidad de veces que yo se lo pidiera, una vez terminado el show, realizaba una cuenta regresiva apuntando el interruptor de la luz, hasta apagarla. Jugábamos mucho, siempre estábamos inventando algo para entretenernos (aun lo hacemos). Poco a poco fuimos creciendo, pero nunca dejamos de interesarnos el uno por el otro, recuerdo haberlo acompañado muchas veces a elegir algún regalo para su polola; cuando me volví mas adolescente salíamos a carretear, aunque por política no bailábamos juntos (más fome que bailar con el hermano); él siempre fue protector de manera muy sutil. Ahora somos dos adultos, aunque cada uno tiene su vida, cada vez que nos reunimos el momento es excelente; crecimos tan cercanos que tenemos casi los mismos gustos, nos hacen reír las mismas cosas, hablamos las mismas estupideces.
Si en algún minuto nos hemos alejado a raíz de un mal entendido, logramos superarlo. La mayor parte del tiempo él siempre ha estado a mi lado para apoyarme en los momentos difíciles y para compartir los instantes de alegría; por mi parte también intento estar a su lado todo el tiempo que me necesite.
Hermanito, te amo 12, siempre te he admirado y lo sigo haciendo, me siento orgullosa de ti y lo que has logrado en la vida; si uno de los objetivos de los papas era que fuésemos unidos, me parece que lo lograron…me emocioné muchísimo cuando me dijiste que si algún día ustedes no estaban querrían que yo cuidar a tiburón, me parece que en la vida una de las cosas mas preciadas son los hijos y el que tu me confíes el tuyo me parece un gesto muy valioso.
Eres un hermano formidable que me ha enseñado mucho de la vida, desde aprender a jugar “21”, hasta que el cancelar mi existencia es un acto de egoísmo.
Has sido un pilar muy importante en la formación de mi espíritu y los lazos que hemos creado son tan firmes que solo Dios podría desatarlos.
Dios me ha bendecido con muchas personas a lo largo de mi vida, muchas de ellas he tenido la oportunidad de elegirlas; no sucede así con la familia, sin embargo, el me dio un gran regalo al no tener que elegirte, pues estuviste desde un principio y hasta el fin a mi lado…

1 comentario:

Vicente Moran dijo...

que bueno tener un hermano así, debs cuidarlo como oro y creo que lo haces, por lo visto estás apoyada por todos los flancos.
Sin embargo, más abajo he leído algo con el amor, parace que cupido anda rondándote, espero que la flecha hiera tanto que jamás puedas sacartela (...y te quedes enamorada por siempre).
Besos.