Mi Patio Trasero

Hace unos días en clases, un profesor comento que en todo lugar existe un patio trasero, que generalmente sirve para dejar u ocultar todo lo que no se ocupa o molesta y siempre hay que inspeccionarlo porque se pueden encontrar cosas bastante interesantes. Entonces me puse a pensar en mi propio “patio de atrás”, el que existe en mi mente, donde he dejado tirado todo aquello que no utilizo o pienso que no me sirve, pero que por alguna razón no he botado. Es así como me encontré con el amor, estaba lleno de polvo lo limpié un poco, fue entonces cuando me di cuenta que le faltaban varios pedacitos e incluso tenia bastantes grietas que estaban a punto de trizarse, lo lave con mucho cuidado y mientras esperaba que se secara fui a buscar los pedacitos que faltaban, los encontré casi todos, solo me faltaron algunos muy pequeñitos que probablemente se deshicieron con la lluvia de mis lagrimas. Tome un súper pegamento que fuese resistente al agua (nunca se sabe…y si vuelve a llover?) y con mucha paciencia, dedicación y minuciosidad fui pegando cada trozo y repasando las grietas que se pudiesen trizar. No resultó muy bonito, y a pesar del súper pegamento de todas formas quedó bastante frágil, así que decidí colocarlo en un lugar suficientemente protegido pero a la vista, de esta manera no me olvido que existe pero cuando siento el impulso de llegar y sacarlo, veo sus grietas lo que me recuerda cuanto me costo reconstruirlo y esto lleva a que piense 100 veces antes de volver a utilizarlo. También encontré la seguridad, estaba justo al lado del amor, muy arrugada, afortunadamente no tenia ninguna ruptura. De todas formas la lave a mano y la deje remojando un par de días, para sacarle todo rastro que evidenciara que estuvo tirada en el “Patio Trasero”, luego la planche a vapor, aún le quedan algunas arruguitas, así que cuando la ocupo intento disimularlas, y cundo no la necesito la dejo bien colgada para que se vaya estirando. En un rincón, bajo muchos cachureos, note que algo brillaba, comencé a remover todo lo de encima, grande fue mi sorpresa al descubrir que se trataba de mi autoestima, lamentablemente estaba absolutamente arruinada, partida en dos y una de las mitades prácticamente ya no existía, se había destruido a tal punto que se transformó en polvo. Ingenuamente intenté arreglarla, pero no pude, la única solución posible fue llevarla al servicio técnico para saber si existía alguna posibilidad de arreglarla, aún se encuentra en reparaciones.
Del mismo modo, encontré otras cosas que ya no utilizo y solo ocupan espacio, estoy evaluando seriamente deshacerme de ellas…me tomare un tiempo para pensarlo. Mientras tanto seguiré poniendo en orden mi “Patio Trasero”…reciclando lo que me sea útil, arreglando lo que me hace falta e intentando eliminar lo que entorpece su organización.